... llegó y tranquilamente se sentó en esa solitaria y apartada banca del parque, esa que siempre aguardaba por ella para acompañar su soledad, encendió un cigarrillo y se dispuso a pensar en ella, en terceros, en todo lo que le rodeaba, en nada....
...... eran las seis con cincuenta cuando irrumpió en el paisaje aquella presencia que disfrutaba de observar, una figura esbelta y llena de gracia, con ese misterio tan peculiar, de vestiduras sencillas, muy bohemio, estaba lleno de una luz impresionante, a ella le gustaba pensar que esa luz que irradiaba era proveniente de su alma; se movia por entre los arboles del parque con esos aires de libertad que tanto anhelaba, su rostro era uno de los mas dulces y se perdia en el por horas, en su sonrisa medio asomada que invitaba a imaginar tantos cuentos, su mirada tan profunda contenida en esos negros ojos simples y sin ataduras, eran el complemento perfecto para esa divina silueta, pero el toque final... las manos pequeñas y delicadas, manos de poeta....
.....ella siempre degustaba de su presencia en la distancia del apartado rincon del parque, le veia detenidamente y al desvanecerse su figura le seguia contemplando en su imaginacion, algo habia en él que le cautivaba sobremanera, y ese dia algo cambio que el quedó cautivo de aquella niña de ojos tristes que no pudo evitarlo y antes de marcharse se acercó a besar sus labios, se acerco a esa presencia desgarbada y despreocupada y sin pensarlo le besó y de inmediato se marchó...
